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Estudiar en Cork, Irlanda, es garantía de éxito. La mejor forma de aprender el inglés es estudiar un año escolar en Irlanda, al estar 10 meses sometido a una inmersión total en el país y el idioma te garantizamos que volverás hablando inglés de forma tan fluida como el español.
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Breve historia de Cork
Cork es la segunda ciudad más importante de Irlanda, después de Dublín. Es la capital del condado de Cork, en la provincia de Munster. Con una población de 130,622 habitantes, es la segunda ciudad más poblada del país, detrás de Dublín, y la tercera de la isla. Estudiar en Cork, Irlanda es un acierto.
Cork está construida sobre el río Lee, que por un corto tramo se bifurca en dos canales, creando una isla en la que se levanta el centro de la ciudad. El puerto de Cork es el segundo puerto más importante del país y uno de los puertos naturales más grandes del mundo.
Cork creció alrededor del monasterio fundado por San Finbar en el siglo VI. Las invasiones vikingas, que habían comenzado en el siglo VIII, se intensificaron a principios del siglo IX. En los Anales de los cuatro maestros se menciona la existencia de un establecimiento vikingo permanente hacia 846. En el siglo XII, invasores anglonormandos tomaron la ciudad. La carta de la ciudad fue concedida por el príncipe Juan durante su primera visita a Irlanda en 1185.45 La construcción de la muralla, cuyas ruinas permanecen, comenzó en el siglo XIII. A lo largo de los siglos, gran parte de la ciudad tuvo que ser reconstruida a causa de repetidos incendios.
La cultura de Cork
Cork tiene una intensa vida cultural. La ciudad es sede de numerosos institutos de arte, como la Cork School of Music y Crawford College of Art and Design. En el edificio Firkin Crane funciona el Institute for Choreography and Dance, donde se dan clases y obras de danza contemporánea. Hay compañías de ballet, como Cork City Ballet, y de teatro independiente. De estas últimas, la más conocida es Corcadorca Theatre Company, en la que participó Cillian Murphy. Dos de los teatros son el Everyman Palace Theatre —el más viejo de la ciudad, en la calle MacCurtain— y el Granary Theatre, especializado en obras contemporáneas. En la Cork Opera House se presentan obras musicales y también teatrales. Desde 2008, en la antigua Christ Church funciona el centro cultural municipal Triskel Arts Centre.18 Entre las galerías de arte se encuentran la Crawford Municipal Art Gallery y la Lewis Glucksman Gallery, inaugurada en 2004 y nominada al premio Stirling en 2005. Todos los años se realizan el Cork Film Festival y el Cork Jazz Festival.
Inmigrantes de todo el mundo, especialmente de Polonia, Lituania, Letonia y, en menor medida, de países africanos y asiáticos, han contribuido a la diversidad cultural de Cork, que se refleja en el reciente crecimiento de restaurantes y tiendas multiculturales. A finales del siglo XIX hubo una significativa inmigración de judíos procedentes de Lituania y Rusia. Muchos ciudadanos judíos, como Gerald Goldberg (varias veces Lord Mayor), David Marcus (escritor) y Louis Marcus (realizador de documentales), tuvieron un papel importante en la Cork del siglo XX. Sin embargo, aunque aún existen el barrio judío y la sinagoga, la comunidad judía es actualmente casi inexistente.
Cork fue Capital Europea de la Cultura en 2005. Uno de los proyectos más importantes desarrollados ese año fue el Cork Caucus, en el que un grupo de entre sesenta y ochenta artistas, escritores y filósofos reflexionaron sobre temas artísticos, políticos y culturales.
Hay rivalidad entre Cork y Dublín. Los habitantes se ven a sí mismos como diferentes al resto de Irlanda. Humorísticamente, se autodenominan “los rebeldes” (the rebels), llaman al condado “el condado rebelde” o “República Popular de Cork” (the Rebel County, The People’s Republic of Cork) y a la ciudad, “la verdadera capital” (the Real Capital). Llevan camisetas y otras prendas con la frase “República popular de Cork” impresa en varios idiomas como inglés, irlandés, polaco e italiano. La bandera bicolor de Cork, junto con la bandera irlandesa o sola, ondea en edificios privados y públicos, incluido el Palacio de Justicia, la estación de autobús y la estación de tren.
Tradiciones de Cork
La ciudad tiene una gran cantidad de tradiciones gastronómicas, algunas compartidas con otras zonas de Irlanda, y otras específicamente locales. Las comidas más famosas de Cork son los crubeens (patas de cerdo hervidas) y drisheen (una especie de morcilla), que por lo general se sirve con tripas.
Otras tradiciones incluyen la celebración (actualmente suspendida) que marca el regreso de la carne a la mesa al final de la Cuaresma. Festejado a principios del siglo XIX, y denominado “whipping the herring” (azotando al arenque), este rito consistía en un paseo por las calles hasta el río Lee de un carnicero local que azotaba un arenque con un látigo, seguido por los ciudadanos. Una vez que llegaba al río tiraba el arenque al agua, tomaba una pata de cordero adornada con cintas y volvía a su negocio, donde distribuía trozos de carne a los espectadores.
Desde hace 40 años, la ciudad recibe el Guinnes Jazz Festival (Festival de Jazz) que tiene lugar en el mes de Octubre y que dota sus calles de un ambiente alegre y excepcional para disfrutar de la ciudad.
El comercio en Cork
El comercio en Cork se está desarrollando rápidamente con los centros comerciales que mezclan modernidad y arte y las tiendas locales familiares que venden productos exclusivos y a menudo hechos a mano.
Los grandes almacenes son para todos los bolsillos, desde caras boutiques a pequeñas tiendas. Los centros comerciales están en toda el área suburbana en sitios como Blackpool, Ballincollig, Douglas, Wilton y Mahon Point. Hay otros en el centro de la ciudad, que están desarrollándose para rivalizar con los suburbios; la propuesta en Academy Street y el plan en el Grand Parade para construir el Capitol Cineplex, el primer multicines de Irlanda que no está en Dublín.
La principal calle comercial es St Patrick, y la más cara por metro cuadrado de Irlanda después de la calle Grafton de Dublín. Otras áreas comerciales del centro de la ciudad son la calle Oliver Plunkett y Grand Parade.
La industria en Cork
Cork es el corazón de la industria del sur de Irlanda. Su principal industria es la farmacéutica, con Pfizer Inc., Novartis y Eli Lilly, que proveen de muchos puestos de trabajo a la región.
Cork es también sede europea de Apple Computer, donde se producen sus ordenadores y se atiende a clientes de toda Europa. EMC Corporation tiene empleados a 1600 trabajadores en sus 52 000 metros cuadrados, ofreciendo sus servicios técnicos. También es sede de Heineken, Murphy’s Irish Stout y Beamish and Crawford, que están en la ciudad desde varias generaciones atrás.
Durante muchos años la compañía Ford tuvo fábricas en Cork, que producían automóviles en el área de los muelles antes de cerrar. El abuelo de Henry Ford era de Cork, y fue esta la principal razón para abrir una fábrica en esta ciudad. Pero la tecnología sustituyó el antiguo negocio de fabricación en los 70 y 80 y los trabajadores se fueron a las otras fábricas de la ciudad.
La mayor parte del éxito económico de Cork se debe a su localización estratégica cerca de un puerto, unos trabajadores cualificados (con estudios universitarios o superiores) y la política del Gobierno de favorecer a las empresas. La profundidad del puerto de Cork permite la entrada a barcos de cualquier tamaño, trayendo comercio y una fácil importación y exportación de productos. El Aeropuerto Internacional de Cork también permite un acceso fácil a la Europa continental y la Estación Kent en el centro de la ciudad garantiza buenos enlaces ferroviarios para comercio regional.
Los suburbios de Cork también tiene un buen número de fábricas, con buenos enlaces por carretera y telecomunicaciones modernas, que atraen tanto inversiones locales como extranjeras de Europa, EE. UU. y Japón. Recientemente se han instalado en el Parque de Negocios del Aeropuerto de Cork Amazon.com y Motorola.
Estudiar en Cork, Irlanda es la mejor decisión que un estudiante de ESO o Bachillerato. Estudiar un año en Irlanda es una de las experiencias más positivas que puede vivir un estudiante. El enriquecimiento cultural es maravilloso.